martes, 3 de agosto de 2010

Microficción 4

La amiga de los caimanes, más divertida que nunca, armó grupos de silencio en los esquinas, dispuestos a saborear caldos con cabezas de cebolla y ajo plagados de virus infecciosos, soñando con lograr resultados sorprendentes y visibles al final del torneo de handball femenino.

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