miércoles, 10 de abril de 2019

Muy pronto en la Feria del Libro


¡No lo hagan sufrir!






Y se viene la última temporada....


La Horda


(La horde, Yannick Dahan, Benjamin Rocher, Francia, 2009)



   Y un día los zombis llegaron a Francia…
    Cuando un grupo de policías trata de vengar a uno de los suyos y se meten en la guarida de los malhechores, una horda de humanos infectados por algún virus, ingresa en el edificio y trata de devorarlos.
    Muy de clase “B”, el film tarda un poco en arrancar y debemos soportar la historia dramática del grupo de policías muy estereotipados, y eso que todavía no vimos a los malos que son groseramente delineados. Cargada de diálogos ampulosos y repetidos hasta en los dibujos animados, el guion es un mero pretexto para mostrar como el reparto debe sobrevivir corriendo por las escaleras del edificio que se asemeja a una cárcel.
   No tiene mucha originalidad la historia pero sí mucho gore y violencia. Aunque algunas veces las salpicaduras de sangre realizadas por computadora no quedan muy bien.
    Sólo para los que sean muuuyyy pero muy amantes del género “Z”.

La hermana de Ursula/La muerte tiene ojos


(La sorella di Ursula, Enzo Milioni, Italia, 1978)




   Un Giallo a medias con mucho erotismo, demasiado por lo visto, que deambula entre una historia policial, un melodrama de parejas y un toque de elementos paranormales. Todo esto atenta contra el film que pudo haber sido mucho mejor.
   Ambientada de manera magnifica en un hotel en la zona costera de Amalfi (Nápoles), vemos como las hermanas Ursula y Dagmar llegan a un hotel con idea de encontrar a su desparecida madre luego de la muerte de su padre; si parece un juego de palabras pero no lo es.
   En el hotel entablaran distintas relaciones con el dueño, una cantante, el novio drogadicto de la cantante y un par más. En medio de ellos, un asesino empieza a hacer de las suyas y la gran pregunta es quien puede ser…
   Con ciertas escenas sorprendentes para la época (y para los espectadores actuales), por los desnudos y la particularidad de los asesinatos, muy bizarros, la película fracasa al no decidirse a que género pertenece y por los conflictos de relleno entre tantos personajes.
   No por ello deja de ser un producto interesante para los cinéfilos que deseen acercarse a ese cine de los 70´s destinado al público adulto que deseaba ver algo más. 

Nosferatu en Venecia


(Nosferatu a Venezia, Augusto Caminito,  Mario Caiano, Italia, 1988)



   Fallida continuación, si se quiere, de la versión de Herzog (Nosferatu, 1979). En esta oportunidad, el vampiro es resucitado por medio de una sesión espiritista, albergado por gitanos, y atraído por una princesa, cuya familia supuestamente tiene la maldición de ser presa del conde pero es la que lo despierta…
   Con un ritmo muy lento, casi soporífero, la visión del film pasa por disfrutar de las imágenes de una Venecia hermosamente fotografiada, la música de estilo clásico y un exquisito tema de Vangelis. El resto es aguantar ciertos diálogos melodramáticos imposibles, la cara melancólica de Kinski en los atardeceres y admirar la belleza de las actrices que caen presa del vampiro.
   Extraña realmente que con un reparto con nombres importantes: Kinski, Christopher Plummer, Donald Pleasence y otros, se haya llegado a este puerto… 

El demonio del Polvo


(Dust Devil, Richard Stanley, Sudáfrica, 1992).





   Y este es un gran clásico de culto de los 90’s.
  Un espíritu maligno, corporizado en el cuerpo de un hombre, hace auto-stop en las rutas de Namibia (Africa) buscando a aquellos que han perdido todo, con el objetivo de quitarles el alma, asesinándolos en medio de rituales desconocidos…
   Con un ritmo lento y una atmósfera seca, Dust Devil, había sido una gran sorpresa dentro del cine de terror de los años 90, y hecho de su director una de las grandes promesas del género, y que por diversos motivos ha pasado al olvido.
    Con una estética de western, los personajes transitan a través de carreteras solitarias y enfrentan leyendas locales, conflictos raciales y anocheceres tenebrosos, elementos muy bien amalgamados en este film que es una pequeña joya que aún hoy puede disfrutarse.
   Cabe destacar la presencia poderosa y magnética de Robert Burke, (Robocop 3, 1993) escondiendo el rostro bajo el ala del sombrero y la belleza sugestiva de Chelsea Field (NCIS: New Orleans, El ultimo boy scout, 1991), que hará tambalear al mismísimo Demonio del Polvo, y que nos dejarán ganas de ver mucho más.
   Imperdible.

Frases de Arte Menor (2da Parte)