jueves, 3 de agosto de 2017

Aventuras de un Novelista Atonal

(Alberto Laiseca, 1982)


   En la soledad de un baño convertido en cuarto, un escritor atormentado, pasa su tiempo escribiendo una novela atonal que pueda sacarlo de la miseria y del ostracismo. Ratas, Doña Clota, un editor intratable y un amigo que trata de ayudarlo, rodean al protagonista de este increíble relato que por momentos se abraza al delirio extremo.
   Divido en dos partes, la segunda es en sí, la famosa novela atonal que nos revela la “Epopeya del Rey Teobaldo”, sus cruentos enfrentamientos militares en los que actúan tiranosaurios Rex, gorriones, orugas, califas, magos y cabalistas.

   Increíble este libro de Laiseca, que nos permite descubrir otro tipo de literatura, por momentos enmarañada, juguetona, que puede ser chocante para el lector común, pero muy aconsejable para adentrarse en la obra de este singular escritor.    

Kafka

(Kafka, Steven Soderbergh, 1991)


   Si creen que esto es una biografía están muy equivocados, si quieren ver un film y disfrutar con las muchas referencias a las creaciones del escritor y hechos de su vida este es su film, a pesar de ciertas inconsistencias y agujeros en su guión, especialmente para los que no conocen o no han leído la obra de Kafka, hecho este que los desconcertará un poco.
   Ante un gran elenco internacional, Jeremy Irons brilla en esta rareza en blanco y negro (casi en su totalidad) filmada en una Praga fantasmal, en la que un grupo de revolucionarios se alza contra el poder que anida en el castillo, mientras ciudadanos infectados  desaparecen. Delirio absoluto.      
   Steven Soderbergh filmó una historia muy particular que no puede dejar a nadie indiferente, una exploración a la temática de Kafka, a sus elementos misteriosos, a sus obsesiones, para verla o dejar a medias.

   El público decide. 

Ghost in the shell

(Ghost in the shell, Rupert Sanders, 2017)




   Adaptación de un manga y anime (1995), ya pasaron muchos años de los mismos, y el tema ha sido más que tratado en decenas de films, y he aquí el mayor problema de Ghost in the Shell: cerebro, conciencia humana, corazón, insertado en un cuerpo robótico… lo hemos visto muchas veces, tal vez demasiadas…
   Es por eso que el film no despierta ninguna sorpresa, a pesar de la hermosa fotografía, de la ciudad del futuro de imágenes tridimensionales, de escenas de acción impecables y de una Scarlett Johansson que se mueve como pez en el agua en ellas.

    La película es un buen entretenimiento ceñido a las usuales circunstancias por las que traviesan este tipo de personajes. Tal vez las nuevas generaciones puedan disfrutarla, para los que tenemos varias décadas encima, es una más, lamentablemente.    

Pensamiento...


Frases de Alberto Laiseca

De "Aventuras de un novelista atonal"