(Invasion of the Saucer-Men, Edward L. Cahn, 1957)
Es un pequeño clásico de la
ciencia ficción y el terror de Serie B de los años 50, producido por la
legendaria American International Pictures (AIP).
La trama se desarrolla durante
una sola noche. Todo comienza cuando una pareja de adolescentes, Johnny y Joan,
atropella accidentalmente a un pequeño alienígena mientras se dirigen a Lover's
Point. Al ir a buscar ayuda, los compañeros del alien (de grandes cabezas
bulbosas y ojos protuberantes) intentan encubrir el incidente: asesinan a un
oportunista local y utilizan su cuerpo para culpar a los jóvenes de homicidio
vehicular. Los adolescentes intentan advertir a la policía, pero al no ser
creídos por los adultos incompetentes, recae en ellos la responsabilidad de
detener a los invasores.
Los alienígenas bizarros son las
verdaderas estrellas. Con sus cabezas gigantescas y venosas, y sus ojos
enormes, son una creación inolvidable del genio de los efectos de bajo
presupuesto, Paul Blaisdell.
Aunque la película se inició con
un tono más serio, rápidamente devino en una comedia de terror de bajo
presupuesto. El resultado es una peculiar y divertida burla a la paranoia de la
época, que presenta a los adultos como figuras ineptas (policías y militares) y
a los adolescentes como los únicos héroes capaces de salvar el día.
Los momentos más peculiares son
ya icónicos de culto: alienígenas inyectando alcohol puro con sus uñas de
aguja, o un toro de granja que se enfrenta a ellos. La película abraza su
premisa más inverosímil con entusiasmo.
Este es un ejemplo de producción
de muy bajo presupuesto, pero su creatividad y estilo desenfadado lo convierten
en un film fundamental dentro del género, sentando las bases para mucho del
cine de monstruos y alienígenas que vendría después.


No hay comentarios:
Publicar un comentario