(The
Babadook, Jennifer Kent, 2014)
Hace mucho tiempo que un film de terror (en este caso de la lejana
Australia), no me pone los pelos de punta como lo hizo The Babadook. Esta es una gran
muestra de cómo las ideas pueden ser viejas y efectivas cuando sus realizadores
saben lo que hacen; con un elenco sin figuras y fundamentalmente, sin hacer
abuso del collage de escenas robadas al que nos han
acostumbrado las últimas producciones del género.
¿Existe el monstruo en el ropero? ¿Está
debajo de la cama?
¡Qué importa! Sólo hay que dejarse llevar
por las grandes actuaciones de los protagonistas Essie Davis, Noah Wiseman
(madre e hijo) y la asfixiante atmosfera que impera en esa casa dominada por
las sombras.
Ojalá la directora siga este camino y que la
gente de Hollywood no les guste la idea y nos comience a bombardear con The Babadook 2,
3, 4, etc, etc.
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