(Patient Zero, Stefan
Ruzowitzky, 2018)
Después de una terrible pandemia que prácticamente ha acabado con la
humanidad, y ha dejado millones de infectados, un pequeño grupo de
sobrevivientes conformado por científicos y militares, trata de encontrar la
cura con la ayuda de un ex infectado que puede comunicarse con ellos.
Con un muy bajo presupuesto y un guión que
queda muy limitado por esa causa, la película no abunda en muchas emociones y
tampoco asusta, aunque se deja ver, apoyada en la belleza de Natalie Domer y el humor de John Bradley, ambos de Games of Thrones, y la insólita
presencia de Stanley Tucci, interpretando
al jefe de los infectados.
Recorriendo los habituales senderos del género,
Paciente Zero no va a quedar en la
historia, pero si alguno quiere darle una mirada, está libre de hacerlo. Hemos
visto cosas peores en esta temática Z.
No hay comentarios:
Publicar un comentario