sábado, 8 de febrero de 2014

Cazadores de Sombras

(The Mortal Instruments: City of Bones, Harald Zwart, 2013)



   Primero: No he leído el libro en que se basa el film, perteneciente a una saga juvenil muy conocida en todo el mundo.
   Segundo: Lo que más me sorprendió es el largo del título para tan poco film. ¡Qué pretencioso! ¡Hubieran simplificado el título!
   Reconozco que no esperaba ver una obra maestra, pero sí algo “mejor armado”.
   La historia de una chica (en este caso, en otros se reemplaza por un varón) que en el día de su cumpleaños descubre que no es normal, que pertenece a un extraño circulo (o raza) y se enamora de alguien que no debe, ya la hemos visto mil veces, pero las incoherencias y los pobres efectos especiales son demasiados. Y las dos horas y pico del film se hacen extenuantes.
   Los primeros minutos donde la protagonista descubre el mundo peculiar que la rodea son lo mejor del film, lamentablemente los lugares comunes y la falta de sorpresa en la historia hacen que el producto se desinfle más rápido que un globo. Y no quiero hablar del pobre diseño de los perros-demonios, de las peleas con los hombres lobo o de la lucha con los cuervos con la utilización de lanzallamas. Sólo faltaron Godzilla y Tiburón para completar la ensalada de criaturas con la que se trató de hacer todo un poco más interesante.
   No entiendo como Jonathan Rhys Meyers se atrevió a ingresar a este proyecto, y debo reconocer que Lily Collins es muy bella y no actúa tan mal.

   En definitiva, el film es un gran fallido, eso es todo. 

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