lunes, 4 de julio de 2011

Microficción 24

Balbuceó como pudo su teoría y al final destruyó miles de años de historia científica.

Era un aventurero ambiguo, algo bebedor e hijo único, dotado de una curiosidad notable.


Subvencionado por el estado y animado por una pequeña novelita Pulp de hojas amarillas siguió adelante, hasta donde las llamas eternas ardían...

No hay comentarios:

Publicar un comentario