jueves, 18 de mayo de 2017

Cuando las luces se apagan

(Light Out, David F. Sanberg, 2016)



   Nunca es fácil adaptar un film sobre un cortometraje, y esta no es la excepción. Basado en uno de su autoría, el director del film nos cuenta sobre una presencia extraña que acosa al pequeño Martin, ante la terrible pasividad de su madre. En este punto el chico busca la ayuda de su hermana mayor, que se ha ido de su casa por los problemas psicológicos de la mujer. 
   Tiene algunos momentos de interesante suspenso, apariciones inquietantes, con un estilo tomado del cine de horror japonés, pero la historia flaquea en muchos lados, así como el actuar de los personajes, muy poco trabajados (especialmente el novio de la chica), que toman resoluciones, a veces, muy ridículas.

   Para ver sin muchas pretensiones y cuando no encontramos nada en la grilla de cable, una pena, ni siquiera el esfuerzo de Maria Bello logra dar mayor sustento a una historia muy chica. 

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