(28 Years Later, Alex
Garland, 2025)
"28 años…" es
la tercera entrega de la saga iniciada por Danny Boyle y Alex Garland, y
funciona como un ambicioso relanzamiento de la franquicia. La película intenta
equilibrar la visceralidad del terror con una introspección dramática profunda,
volviendo a plantear la pregunta central de la saga: ¿Qué queda de nuestra
humanidad cuando la civilización desaparece?
La trama nos sitúa casi tres décadas después
de que el Virus de la Rabia (Rage Virus) devastara el Reino Unido. La historia
se centra en un padre y su hijo, quienes han logrado sobrevivir en la relativa
seguridad de una pequeña comunidad insular. Sin embargo, su paz se rompe cuando
se ven obligados a emprender una peligrosa misión de reconocimiento en el
continente, revelando que el mundo exterior es mucho más complejo y aterrador
de lo que imaginaban.
A diferencia de las entregas anteriores,
aquí se explora también la evolución de los Infectados. El guion sugiere que
estas criaturas han cambiado físicamente con el paso del tiempo y son
presentadas de una manera más agresiva y visualmente evolucionada.
A pesar de tener ideas interesantes, el film
resulta notablemente irregular, principalmente debido a que se divide en dos
mitades muy marcadas:
Primera Parte
(Tensa y Atmosférica): Una sección más introspectiva y tensa, centrada en la
supervivencia y la claustrofobia de la vida en la isla.
Segunda Parte
(Emocional y Caótica): Un cambio abrupto cuando la historia se traslada al
continente y se enfoca en la cuestión humana, emocional, en la que el hijo
busca una cura para su madre y se enfrenta a las facciones armadas.
La secuencia final es el punto más divisorio
de la película. Con un estilo punk, una acción exagerada y la introducción de
elementos que parecen más cercanos a Mad Max o a una cinta de terror de los 80,
saca a muchos espectadores de la inmersión. Este desenlace es visto por algunos
como una traición al tono serio y realista que había caracterizado a la saga
original.
El film, al intentar ser demasiadas cosas a
la vez (terror visceral, drama familiar y action-horror post-apocalíptico),
termina fallando en unificar esos elementos, resultando en una experiencia que,
si bien tiene momentos brillantes, se siente profundamente irregular y
desequilibrada.














