El Jueves 4/05 Firma de Ejemplares
lunes, 1 de mayo de 2023
miércoles, 19 de abril de 2023
Volvimos...
Hace un par de meses largos un conocido me preguntó:
¿Y el blog?
Que buena pregunta- le respondí y me quedé pensando.
¿Que había pasado con el blog? Dos años y pico de pandemia y muchas otras cosas ocurridas en ese lapso de tiempo me alejaron del mismo.
Ya voy a volver-aseguré, pero los meses pasaron, vinieron las fiestas, llegó el invierno más terrible en décadas, Marzo arrancó muy caótico y los días huyeron sin avisar... Películas on-line, series, Instagram y Facebook contribuyeron a la lejanía y olvido del blog.
Pero acá estamos de nuevo, escribiendo algunas cositas, subiendo otras. Algunos me dicen que ya no es época de blogs, ni de facebook... ahora todo pasa por twitter, Instagram, Telegram....
Ni idea, por ahora seguimos acá,
Maratón de la muerte
(Marathon Man, John
Schlesinger, 1976)
Hace muchos años que deseaba ver este film, por
su reparto: Dustin Hoffman, Lawrence Olivier, Roy Schneider; y por una escena
de tortura que ha trascendido a través de las décadas, pero… el film no es lo
que parece.
Un universitario que se pasa su tiempo libre
corriendo, entrenando para una maratón (que no se sabe cuando va a ser ni porqué
tiene un ídolo maratonista), conoce a una mujer europea que no es lo que parece
ser, su hermano tiene un trabajo en Washington del que no sabe nada pero que
recorre el mundo y sabe demasiadas cosas. De repente este muere, y alguien se
aparece en su departamento lo golpean y lo secuestran. Él tiene que saber algo
pero no sabe que es. Una trama a lo Hitchcock que tiene demasiados agujeros y
que no tienen respuesta.
Como centro, hay un nazi muy malo, diamantes
y algunas persecuciones.
No es un mal film, tiene algunos buenos
momentos, pero el paso del tiempo le ha pegado y no muy bien, al contrario de
otras producciones que resisten y les dan pelea a las actuales con resultados satisfactorios.
La maldición del altar rojo
(Curse of the Crimson Altar, Vernon Sewell, U.K, 1968)
Terror sesentero con toques de psicodelia. Un
pueblo con leyendas, brujas quemadas en la hoguera, un personaje que busca a su
hermano perdido, el encuentro con una joven moderna afecta a las fiestas, y
raros personajes en una mansión oscura son parte de este relato, que no asustan
ni un poquito, y creo que al momento de su estreno tampoco. Llaman un poco la
atención ciertos momentos sensuales, eróticos y porque no, atrevidos. Después
de eso no hay mucho más para destacar.
Muy mal aprovechada esta reunión con grandes
emblemas del género como Boris Karloff (en una de sus últimas actuaciones),
Christopher Lee y una Barbara Steele al que la pintura verde estilo Hulk
le sentaba muy bien.
Una historia fallida y un final pobre nos
dejan un sabor agridulce por lo que podía haber sido y no fue.
Cuando estoy en casa todo parece estar bien
Cuando estoy en
casa todo parece estar bien, y no lo digo yo, lo cantaron los Beatles en uno de
sus clásicos hace décadas. Siento que es así. ¿Ustedes que piensan?
Yo creo que es verdad, mucho más cuando
tenemos la suerte de estar calefaccionados en invierno y refrigerados en
verano, el estado de bienestar al que llegamos una vez que terminamos la
jornada laboral y desandamos la ciudad en busca de amparo.
Naturalmente, el pensamiento puede variar un
poco si estamos de vacaciones en una playa o en las montañas. El aire libre
siempre es placentero, sin embargo, a pesar de que todos merecemos alejarnos un
poco y descansar, a mí me intimida la idea de dejar el hogar, aunque apenas sea
por un par de días.
Todavía no sé si se trata del temor a lo
desconocido, a enfrentar lo que nos espera en la ruta, o el simple hecho de
dejar atrás a los recovecos conocidos, a las macetas de la terraza, a los
fantasmas de los recuerdos que deambulan por nuestro hogar.
Cuando estoy en casa todo parece estar bien,
los ruidos de los autos en la calle, los bocinazos, los gritos del vendedor de
objetos usados, la araña en una esquina del techo, la mancha de humedad que no
para de crecer…
Puede que sea aburrido o poco aventurero,
pero en este momento se me ocurrió algo, ¿Qué sucedería si al irme a cualquier
parte me pierdo y no me encuentro?
¿Qué sería de mi casa? ¿Qué sería de mis
discos y mis libros?
¿Alguien tiene la respuesta?