(Dark Skies, Scott Stewart, 2013)
Una familia con problemas económicos y
de relación entre sí (matrimoniales y de padres-hijos), ve como todo empeora a
su alrededor, cuando ciertos hechos paranormales se desencadenan en su casa y
son transmitidos a todos los integrantes.
Película de clase B, que no sorprende pero
sí entretiene, con muy buenos momentos de suspenso y algunos sustos bien
logrados.
Con elementos de Poltergeist, Señales,
mucho de Actividad Paranormal, y algo
de X-files, cumple con su cometido de
hacernos comer las uñas con el suspenso y preguntar: ¿Y ahora que va a pasar…?
Esta vez el coctel de influencias estuvo bastante bien mezclado, dando por resultado un
film muy efectivo para ver con la luz apagada y un paquete grande de papas
fritas.