(The witch, Robert
Eggers, 2016)
Interesante propuesta, perturbadora, inquietante. Esto no es el cine de
terror en el que la sangre y las tripas hacen un festival de hemoglobina,
tampoco tiene esos personajes clichés los cuales no nos generan sorpresa ni
empatía. The Witch tiene mucho de ese cine de los 70´s en los que la atmosfera
y el suspenso agobiaban al espectador.
Sé que a muchos este film no les ha gustado, tampoco digo que es una
maravilla o una novedad, pero tampoco puede dejarse de lado, tiene muchos elementos
para analizar: el fanatismo religioso, la superstición que es mucho más
peligrosa que el mal mismo, los miedos ancestrales que todos tenemos, el papel
de los padres en la crianza de los hijos.
El contexto histórico, Massachusetts en 1630, la cabaña junto a un
bosque oscuro, la iluminación en los interiores sólo con velas, más la economía
de recursos técnicos, hacen de The Witch una experiencia única e imaginativa
que no se debe dejar de pasar.
Un párrafo aparte merece la voz gutural de Ralph Ineson, el padre de la
familia, y Anya Taylor-Joy en el papel de la hija que lleva sobre su espalda
toda la carga del film, y obviamente, no podemos olvidar a Black Phillip el
chivo de la granjita.
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